Cirugía para la corrección de las anomalías de la mama: mamas tuberosas, asimetría mamaria, pectus excavatum o carinatum
Las anomalías de la mama son múltiples y no muy infrecuentes en grados leves. Es importante su diagnóstico para poder realizar un abordaje y tratamiento correcto, y así obtener un resultado satisfactorio tras la cirugía. Las mamas tuberosas, las asimetrías mamarias, tanto en volumen como en tamaño o forma, y las alteraciones en la forma del tórax, como el pectus excavatum o carinatum (se denominan así en función de si la proyección del mismo es hacia dentro, hundido, o hacia fuera), son algunos de los ejemplos más frecuentes de estas anomalías mamarias que son tratadas por el cirujano plástico.
Indice

¿Qué mujeres son las mejores candidatas para esta cirugía?
Las candidatas ideales para someterse a una cirugía para corregir una anomalía mamaria son aquellas mujeres que quieren mejorar, sobre todo, la forma de su pecho, aunque en muchas ocasiones estos procedimientos están asociados con una modificación del volumen de las mamas, bien un aumento o una reducción, o ambas, en función de las necesidades y expectativas de cada paciente.
Planificando la cirugía

Durante la primera consulta, evaluaremos la morfología mamaria y torácica, así como el tamaño y la forma de las mamas, para evaluar el tipo de anomalía y el tratamiento adecuado en tu caso, así como la firmeza de la piel y tu estado general de salud. Realizaremos además una exploración de las mamas y un estudio de imagen previo a la cirugía, mediante ecografía y/o mamografía. Te explicaremos las distintas técnicas quirúrgicas, discutiremos el tamaño y la forma que tendrán tus mamas y las opciones y procedimientos que mejor se adapten a tu caso concreto.
Es importante que expongas tus expectativas de manera sincera y franca, para que el resultado se ajuste en la medida de lo posible a tu objetivo, y así podamos mostrarte las distintas alternativas disponibles para tu problema, con los beneficios y limitaciones de cada una de ellas. También te explicaremos cuál es el tipo de anestesia que se empleará y la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía.
Te daremos instrucciones acerca de cómo prepararte para la cirugía, incluyendo normas sobre toma de alimentos y líquidos, tabaco o toma o supresión de medicamentos, vitaminas y suplementos de hierro. Asegúrate, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarte a casa cuando te demos el alta y que, en caso necesario, puedan ayudarte un par de días.
La cirugía y la anestesia
La cirugía de mamas se realiza en quirófano, dentro de la clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente, aunque si lo prefieres podrías irte a casa en el mismo día de la cirugía, en función de tu caso. La cirugía mamaria se realiza bajo anestesia general, permaneciendo la paciente dormida durante la operación. En algunos casos, se puede realizar bajo anestesia local más sedación.



En el caso de las anomalías mamarias, cada paciente tiene un abordaje quirúrgico distinto, que concretaremos y te explicaremos en la consulta cuando valoremos tu caso de forma individualizada. Generalmente, aplicamos técnicas de aumento, reducción, elevación y lipofilling o autoinjerto de grasa, en función de las necesidades de cada caso, y asociadas o no entre sí, y con las modificaciones necesarias para que el resultado sea el deseado. Puedes conocer más en detalle estas técnicas en los enlaces correspondientes (haz clic sobre cada una de ellas para acceder a la hoja informativa de cada procedimiento).
Algunas de estas anomalías llevan asociada también una alteración en la forma del complejo areola-pezón, que puede resultar más prominente, o asimétrico con el de la mama contralateral. Durante la cirugía, abordaremos también estos problemas para conseguir una areola del tamaño y forma deseados.
Después de la cirugía

Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo limitada unos días, pero podrás hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita, aunque puedes tener algunas molestias durante la primera semana tras la cirugía. El vendaje se retira en unos días, siendo sustituido por un sujetador especial, que deberás llevar al menos durante el mes siguiente a la cirugía. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días.
Podrás volver al trabajo en unos días, dependiendo de la actividad que realices. Te daremos las instrucciones necesarias sobre los ejercicios y movimientos que puedes realizar. Al principio las cicatrices estarán rosadas, aspecto que mejorará continuamente desde las 6 semanas.
Los controles mamográficos apropiados para cada mujer según su edad pueden seguir realizándose.
¿Existen riesgos? ¿Hay garantías?
La cirugía para la corrección de las anomalías mamarias es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico cualificado. Sin embargo, como en cualquier operación, siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados, que conseguiremos reducir si sigues cuidadosamente las instrucciones que te daremos antes y después de la cirugía.
Los resultados
Los resultados suelen ser muy gratos para la paciente y mantenidos en el tiempo. Las revisiones periódicas por tu cirujano plástico y las mamografías o ecografías periódicas asegurarán que si hubiese alguna complicación sea detectada a tiempo y solucionada.
Si estás pensando en someterte a una intervención de Cirugía Plástica o Estética, acude a la doctora M. Eugenia Calvo, Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
Para más información, puedes consultarnos online o solicitar una primera cita informativa gratuita y sin compromiso.
Información basada en la web de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética).