PREGUNTAS FRECUENTES QUE MIS PACIENTES TIENEN SOBRE TRATAMIENTOS DE PECHO
A continuación, respondo a las preguntas que suelen hacerme más frecuentemente mis pacientes, sobre los tratamientos de mama:
El postoperatorio de una cirugía mamaria suele ser bien tolerado por las pacientes. Las molestias propias de los primeros días se calman bien con la medicación que te prescribiremos, y en menos de una semana podrás dejarla y te sentirás mucho mejor.
Disponemos de unos probadores con los que podremos simular el volumen de prótesis que utilizaremos en tu caso, para que puedas comprobar previamente a la cirugía y con tu propia ropa delante del espejo el volumen que conseguiremos con cada tipo de prótesis.
Al colocar unas prótesis de mama conseguiremos llenar toda la superficie de la mama, incluyendo la parte interna y superior, más o menos en función del volumen y tipo de prótesis que utilicemos. Si tu pecho está muy separado, puede ser necesario asociar otro tipo de técnicas, como el injerto de grasa, para conseguir un escote más bonito.
Depende de tu profesión. Podrás realizar vida normal a partir de la primera semana, sin realizar esfuerzos. Si tu profesión no implica realizar esfuerzos con los brazos, en una o dos semanas podrás incorporarte de nuevo sin problemas. Sin embargo, si tienes una profesión físicamente demandante, puedes tardar tres o cuatro semanas en recuperar la fuerza en los brazos.
Al principio es normal tener menos sensibilidad en el pecho, pero a medida que pasan las semanas irás recuperándola progresivamente.
Las prótesis de última generación se someten a estrictos controles de calidad, que garantizan su durabilidad y fiabilidad a largo plazo. Solo habrá que cambiarlas si se rompieran o se deteriorasen, o si por los cambios asociados a la edad fuese necesaria una nueva cirugía para mantener los resultados.
No es necesario dar masajes en el postoperatorio inmediato con las prótesis actuales, es una costumbre del pasado. De hecho, no es conveniente, ya que la prótesis podría desplazarse y agrandar el bolsillo ajustado que hemos realizado de forma meticulosa durante la cirugía, lo que podría comprometer el resultado final.
Las cicatrices son de pequeño tamaño y en zonas camufladas del pecho, generalmente en el surco de la mama, aunque también puede hacerse alrededor de la areola o en la axila. Los primeros meses, las cicatrices tendrán un tono rosado, pero con el paso del tiempo irán adquiriendo una tonalidad blanquecina, hasta convertirse en una fina línea prácticamente imperceptible.
Sí, la cirugía de aumento de pecho, sobre todo si se realiza a través del surco de la mama, que es nuestro método preferido, no altera la glándula mamaria, ya que accedemos directamente al plano submuscular en el que colocamos habitualmente la prótesis.
Sin embargo, todo dependerá de la capacidad de dar de mamar que tengas individualmente, ya que hay mujeres que no tienen esta capacidad independientemente de haberse sometido a una cirugía de pecho o no. Si tienes esta capacidad, la cirugía de aumento de pecho no afectará a la lactancia ni a la calidad ni cantidad de leche que producirás.
Sí, podrás seguir tus controles mamarios habituales. De hecho, la presencia de una prótesis en posición submuscular, independiente de la glándula mamaria, facilita incluso la visualización del tejido mamario.
Podrás iniciar la actividad física de forma progresiva a partir de las 3-4 semanas, y recuperar tu actividad habitual con la misma intensidad en 2-3 meses.
Las pacientes con prótesis de mama no tienen más riesgo de sufrir un cáncer de mama, ni tienen peor evolución si lo desarrollan en relación con las mujeres sin prótesis de mama. De hecho, las prótesis de mama se utilizan como primera opción en un porcentaje muy elevado de pacientes sometidas a mastectomía por esta enfermedad, sin que aumente el riesgo de reaparición del cáncer, y mejorando de forma significativa su calidad de vida.
De hecho, al ser portadora de prótesis de mama, te recomendaremos unos controles específicos que pueden incluso facilitar el diagnóstico precoz de lesiones de pequeño de tamaño, que en otras circunstancias habrían sido diagnosticadas en un estadio más evolucionando, favoreciendo un tratamiento menos agresivo y con mejor pronóstico.
Sí, podrás someterte a una cirugía de mamas sin problema. Comprobaremos previamente a la cirugía que actualmente no tienes ninguna lesión sospechosa, y posteriormente a la cirugía podrás continuar con tus revisiones y controles tanto clínicos como mamográficos.
Sería necesario retirarla y cambiarla por una nueva mediante cirugía. Las prótesis actuales están compuestas por un gel de silicona altamente cohesivo, lo que significa que es más espeso y por lo tanto que es muy difícil que salga de su envoltorio. Además, los controles ecográficos que te recomendaremos, es difícil que esta complicación pase desapercibida.
Generalmente se realiza con anestesia general. Así conseguimos que el músculo esté completamente relajado y que la cirugía sea más limpia y atraumática. Estarás completamente dormida y controlada por el anestesista. También puede realizarse con anestesia local y sedación, sobre todo si quieres que la recuperación inmediata de la anestesia sea más rápida y puedas marcharte pronto a casa después de la cirugía.
Sí, generalmente recomendamos 24 horas de hospitalización, ya que en este periodo es fundamental el reposo, y así podemos administrar la medicación por vía intravenosa. Sin embargo, si lo prefieres y en determinados casos, podrás marcharte antes a casa siguiendo de forma cuidadosa nuestras indicaciones.
Generalmente un aumento de pecho suele durar una hora. Si tenemos que realizar una elevación, el procedimiento puede alargarse una hora más. En el caso de la reducción de pecho, el tiempo de cirugía puede variar de dos a tres horas en función sobre todo del volumen de la mama.
Actualmente existen múltiples fabricantes de prótesis, que ofrecen unos catálogos muy amplios con una gran variedad de tipos de gel de silicona, con diferentes grados de cohesividad, así como distintas formas (redondas y anatómicas o en forma de gota) y dimensiones de las prótesis, dentro de cada fabricante y también distintos entre ellos. Esto nos permite elegir entre una gran variedad de tipos de prótesis para poder obtener el mejor resultado en cada paciente.
Te cuento más en este post de mi blog
Generalmente se colocan por debajo del músculo pectoral a través de una pequeña incición en el surco inferior de la mama, aunque en ocasiones también pueden colocarse por encima del músculo, y por otras vías de acceso, como la areola o la axila.
Actualmente disponemos de múltiples tipos de prótesis que se ajustan a cada paciente y a sus deseos. Eligiendo bien el tipo de prótesis que necesitas, tanto en forma, proyección, composición y volumen, conseguiremos el resultado natural que deseas.
Durante una reducción de mamas eliminamos la parte inferior de la mama, manteniendo una parte del tejido que lleva el riego sanguíneo y la sensibilidad al pezón.
La cantidad de tejido que eliminamos depende de los deseos de reducción de volumen de cada paciente, ya que algunas quieren un resultado más proporcionado, y otras desean mantener un volumen grande, aunque menor, del pecho.
Las pacientes que desean mantener su volumen, pueden someterse a una cirugía similar en la que no extirpamos prácticamente nada de tejido glandular, que llamamos mastopexia o también a una reducción con prótesis.
La gran mayoría, sin embargo, quieren que el resultado de la cirugía sea muy obvio y que el pecho resultante sea de un volumen pequeño.
Durante la consulta, la doctora tratará contigo este tema en profundidad, para conocer tus deseos, explicarte la técnica más adecuada en tu caso, y que así el resultado se ajuste a lo que pretendes obtener con la cirugía.
Muchas pacientes consultan a edades tempranas para realizar una reducción de mamas.
Es importante esperar a completar el desarrollo glandular, en torno a los 18 años, para realizar la reducción de mamas con seguridad y para que los resultados se mantengan con el tiempo, ya que si se realizan de forma demasiado precoz, puede ser necesario que tengas que someterte de nuevo a una cirugía de reducción mamaria en pocos años.
Existe otro grupo de pacientes muy frecuente que consulta tras los embarazos o la menopausia. Nunca es tarde para someterte a una cirugía mamaria, siempre y cuando tu estado de salud nos permita realizar la cirugía sin riesgos y con garantías.
La técnica de reducción de mamas lleva consigo el desplazamiento de la areola y el pezón a su posición anatómica, que se elige en función del resto de estructuras, la base de implantación de la mama, y también, en función de los deseos de la paciente, ya que algunas pacientes prefieren que los pezones estén algo más altos de lo habitual o algo más bajos. Estos deseos se pueden respetar dentro de unos límites anatómicos, que explicamos en las consultas preoperatorias.
En general, las pacientes que consultan para una cirugía de reducción mamaria tienen, además de un pecho grande, unas areolas dilatadas, que solemos reducir de tamaño al mismo tiempo que realizamos la elevación y desplazamiento de su posición.
Si los pezones son grandes o pendulares, también podemos asociar una cirugía de reducción de pezones al mismo tiempo.
Los cambios hormonales que el embarazo ocasiona en nuestro cuerpo, y sobre todo, el efecto de la lactancia, deja secuelas estéticas en nuestro pecho.
Cuanto más prolongada sea la lactancia más tiempo se verá sometida la glándula mamaria a este estímulo de producción y mayores serán los cambios en el aspecto de nuestras mamas, que suelen quedar vacías y caídas.
La solución suele ser una elevación de pecho o mastopexia que generalmente se asocia a la colocación de una prótesis de mama de más o menos tamaño en función de la atrofia que se haya producido del tejido glandular.
En los casos en los que esta atrofia no se haya producido, o cuyo única secuela sea la ptosis mamaria (que es como se denomina al pecho caído), el procedimiento consistirá solo en una mastopexia (elevación mamaria) sin necesidad de utilizar prótesis mamaria.
Tras el embarazo y la lactancia habitualmente aprovechamos el acto quirúrgico para solucionar el defecto ocasionado tanto en el pecho como en el abdomen.
Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo limitada unos días, pero podrás hacer vida casi normal a las 24-48 horas.
La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita, aunque puedes tener algunas molestias durante la primera semana tras la cirugía.
La primera menstruación tras una reducción puede hacer que las mamas se hinchen y molesten algo más de los habitual.
Tras una reducción de pecho podrás volver al trabajo en 2 o 3 semanas, aunque en pocos días podrás hacer vida casi normal.
Si quieres perder una cantidad importante de peso, cuéntaselo a tu cirujana, ya que el resultado de la cirugía de mamas podría verse afectado por esta pérdida de peso.
Para conseguir que los resultados de la reducción de mamas se mantengan a largo plazo, es preferible que estés en tu peso ideal o tu peso habitual.
En la mayoría de los casos, tras la reducción de mamas la areola se mantiene unida a sus vasos sanguíneos y a sus nervios, manteniendo la sensación normal o casi normal.
Sin embargo, en casos de grandes reducciones, puede ser necesario separar completamente la areola y situarla en su nueva posición, perdiendo la sensibilidad durante más tiempo, aunque de forma progresiva la irás recuperando.
Durante la operación de aumento de pecho no se siente dolor, pues se realiza con anestesia general.
Las molestias propias de los días posteriores a la operación se reducen siguiendo los cuidados post operatorios adecuados.
La doctora Calvo te dará pautas claras sobre cómo deberás comportarte los primeros días tras la operación para que las molestias desaparezcan.
En pacientes con prótesis la flacided fruto del envejecimiento es menor.
Tu pecho seguirá su evolución natural, pues en la operación de aumento de pecho no se modifica la glándula mamaria.
La doctora Calvo recomienda que se utilice un sujetador deportivo las 24 horas al día durante el primer mes tras el aumento de pecho para que las molestias se reduzcan (hasta ser prácticamente imperceptibles).
Hasta que la doctora le retire los puntos (aproximadamente tras 1 semana o 10 días) la higiene en la zona es crucial, recomendándose la aplicación de betadine tras la limpieza.
Finalmente, es muy importante el dormir con la almohada en alto durante la primera semana para que la inflamación se reduzca.
La necesidad o no de realizar una elevación de mamas o mastopexia depende básicamente de la posición del pezón y de la cantidad de piel de la mama.
Si tu pecho tiene un exceso de piel, o tu piel es muy flácida, y los pezones no miran hacia el frente, puede que necesitemos asociar una elevación de mamas o mastopexia a la cirugía de aumento de pecho.
Un pecho vacío no es lo mismo que un pecho caído. En la consulta, valoraremos tu caso concreto, te explicaremos las diferencias, y tomaremos medidas sobre la posición de tus areolas-pezones en relación a tu tórax y al surco de la mama. En función de estas medidas, podemos valorar si es necesario o no realizar una elevación asociada al aumento de pecho, y qué tipo de incisiones necesitaremos, en función de la cantidad de piel que tengamos que extirpar.
Sí que se puede asociar la cirugía de aumento de mamas con la elevación de mamas. Se hace así con frecuencia, ya que cada una trata un problema diferente del aspecto de las mamas, pero que habitualmente se da al mismo tiempo.
Por definición, una elevación de mamas incluye una incisión alrededor de la areola, y por lo tanto la reducción de la areola puede realizarse al mismo tiempo de su elevación y reposicionamiento.
Es muy importante que nos cuentes qué tamaño y forma quieres conseguir para que el resultado se ajuste a estos objetivos en la medida de lo posible.
Como para todas las demás cirugías, para el levantamiento de mamas es primordial estar físicamente sana y mantener un peso estable.
Normalmente las pacientes a las que indicamos el procedimiento de mastopexia suelen: estar molestas y tener la sensación de que sus pechos se hunden o de que han perdido forma y volumen; sus mamas tienen una forma más plana y alargada o están más colgantes; sus pezones caen por debajo del pliegue del pecho; tanto sus areolas como sus pezones apuntan hacia abajo; y su piel está más estirada y sus areolas agrandadas.
El embarazo, la lactancia, la pérdida de peso, o el haber tenido pechos muy grandes, suelen acelerar el proceso de envejecimiento de las mamas. Como resultado, el pecho suele presentar una flacidez excesiva y más prematura.
Si te molesta tener el pecho desinflado y te gustaría volver a tenerlo en su posición natural (más femenina), el procedimiento de levantamiento de mamas o mastopexia puede ser la solución.
Junto con el levantamiento de pecho generalmente reposicionamos el pezón y la ubicación areolar para mejorar completamente la apariencia del pecho.
Mediante el procedimiento de levantamiento de pecho o mastopexia quitamos la piel innecesaria de las mamas, haciendo que se vean más llenas y mejorando su forma. Se trata de un procedimiento que, por sí sólo, no está diseñado para aumentar el tamaño de las mamas.
Algunas mujeres quieren aumentar el tamaño de sus mamas junto con el levantamiento. Para conseguirlo, realizamos una combinación de aumento de pecho con un levantamiento de mamas.
Puedes encontrar más información sobre los tratamientos de pecho en el apartado de tratamientos y en el blog

En nuestras páginas de casos reales cirugía encontrarás imágenes de antes y después de cirugías de mamas llevadas a cabo por la Doctora Maria Eugenia Calvo:
- Casos reales de reducción de pecho
- Casos reales de aumento de pecho