PREGUNTAS FRECUENTES QUE MIS PACIENTES TIENEN SOBRE ABDOMINOPLASTIA

A continuación, respondo a las preguntas que suelen hacerme más frecuentemente mis pacientes sobre la abdominoplastia:

Durante la abdominoplastia, se realiza una plicatura de los músculos rectos abdominales, que consiste en una sutura entre los dos músculos en la línea media del abdomen, creando un retensado muscular que consigue retener el contenido abdominal y aplanar el abdomen.

Además, la abdominoplastia puede combinarse con otros procedimientos de remodelamiento corporal, como la liposucción, que ayuda a aplanar y crear una forma adecuada del abdomen, eliminando el exceso de grasa subcutánea.

Sin embargo, con esta técnica no podemos actuar sobre la grasa intraabdominal, por lo que en los casos en los que exista un predominio de esta localización de la grasa, no conseguiremos un vientre completamente plano.

Lo más frecuente en una abdominoplastia convencional es realizar una extirpación en bloque del tejido dermograso sobrante en la parte inferior del abdomen, lo que resulta en una cicatriz en la parte baja del abdomen, sobre la zona púbica, fácilmente camuflable. Es similar a una cicatriz de cesárea, pero generalmente algo más larga.

En la técnica convencional, suele ser necesaria una transposición o reanclaje del ombligo para mantenerlo en su ubicación una vez hemos extirpado el tejido sobrante, por lo que también quedará una cicatriz alrededor del ombligo, que suele esconderse en su interior.

Por lo tanto, aunque las cicatrices son grandes por tratarse de intervención de envergadura, estas se realizan estratégicamente en zonas poco visibles, que podrás esconder con tu ropa interior.

El postoperatorio de una abdominoplastia es largo, pero no doloroso. Sí es habitual una sensación de tensión y agujetas, ya que para obtener unos resultados óptimos suele ser necesario acortar la distancia entre los músculos del abdomen y mantenerlos unidos en el centro.

Durante las primeras horas tras la intervención, al permanecer ingresado en el hospital, se te administrarán fármacos analgésicos por vía intravenosa que disminuirán estas molestias, y al alta, podrás seguir con esta medicación por vía oral.

La abdominoplastia no impide ni dificulta el embarazo, ya que los tejidos siguen siendo distendibles. Sin embargo, si tienes la idea de quedarte embarazada de nuevo, lo más adecuado es esperar para intervenirte después del embarazo. La presión uterina sobre la pared abdominal hace que los músculos rectos abdominales se separen y que se distienda la piel abdominal, lo que hace que los resultados de la intervención previa se pierdan y sea necesaria una nueva intervención.

Sí. Esta situación ocurre sobre todo cuando una paciente sometida a una abdominoplastia pasa por un embarazo. En estos casos, se utilizan las cicatrices ya existentes para el nuevo procedimiento.

Tras el embarazo muchas ocasiones es difícil recuperar el aspecto que tenía nuestro abdomen, debido a la distensión tan grande a la que se ha sometido a lo largo del embarazo para albergar la nueva vida.

La distensión del abdomen produce una separación de los músculos rectos abdominales, que son los músculos que se encuentran en el centro del abdomen y que son responsables del correcto funcionamiento de la pared abdominal.

Esta separación y disfunción muscular puede observarse externamente como un abombamiento del abdomen, a pesar de las dietas y el ejercicio, ya que corresponde al contenido abdominal interno, como si se tratase de una gran hernia.

Además, la piel puede no haberse retraído del todo, y quedar colgante, en lugar de tersa y fuerte como antes del embarazo.

Para corregir estas alteraciones, el procedimiento idóneo es la abdominoplastia, que será más o menos extensa en función de las necesidades de cada paciente.

En este procedimiento de cirugía de abdomen reparamos la separación entre los músculos abdominales y extirpamos el exceso de piel sobrante, recuperando el abdomen su aspecto firme previo al embarazo.

Tras el embarazo y la lactancia habitualmente aprovechamos el acto quirúrgico para solucionar el defecto ocasionado tanto en el pecho como en el abdomen.

La diferencia principal entre la liposucción y la abdominoplastia es que mediante la abdominoplastia podemos extirpar la piel sobrante que cuelga por encima del pubis, y estirarla desde la zona inferior de las costillas.

Con la liposucción sólo extirpamos la grasa sobrante.

Muchas veces asociamos ambos procedimientos en las pacientes que además de un exceso de piel, tienen un acúmulo de grasa en el abdomen.

En general, tras la abdominoplastia es posible mantener el ombligo, solo que lo reubicamos en su situación anatómica durante la cirugía, ya que al tirar de la piel, este quedaría demasiado bajo y antiestético.

Solo realizamos un ombligo nuevo en los casos en los que la paciente tiene una hernia importante que es necesario reparar durante la cirugía, o cuando ha habido cirugías previas a través del ombligo que han dejado cicatrices extensas, para evitar complicaciones.

Puedes encontrar más información sobre los tratamientos de pecho en el apartado de abdominoplastia:

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En nuestra página de casos reales cirugía de abdominoplastia encontrarás imágenes de antes y después de cirugías de abdominoplastia llevadas a cabo por la Doctora Maria Eugenia Calvo.